Números 23:19 – 5 razones firmes para creer que Dios cumple sus promesas

Si 📖 “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. ¿Él dijo, y no hará? ¿Habló, y no lo ejecutará?”

Números 23:19 (RV60)

CONTEXTO HISTÓRICO Y DOCTRINAL

El libro de Números narra los años de peregrinación de Israel por el desierto. En el capítulo 23, el rey moabita Balac contrata a Balaam, un profeta pagano, para que maldiga a Israel. Pero Dios interviene y transforma la maldición en bendición.

En medio de este episodio, Balaam pronuncia una de las verdades más poderosas sobre Dios en toda la Escritura:

“Dios no es hombre para que mienta…”

Este versículo no solo afirma que Dios no miente, sino que todo lo que Él dice, lo hace. A diferencia de los humanos, Dios no cambia de opinión, no promete y luego falla. Este texto es un fundamento sólido de la doctrina de la inmutabilidad y fidelidad de Dios.

INTRODUCCIÓN

Vivimos en un mundo de promesas rotas: promesas de políticos, amigos, familia, incluso nuestras propias promesas a Dios. Por eso, este versículo es un ancla en medio del mar del engaño humano.

Dios no es hombre. Él no miente. Él cumple. Siempre.

Si alguna vez has dudado, esperado en oración sin ver resultados, este mensaje es para ti. Hoy Dios quiere recordarte que Él cumple lo que promete, no por tus méritos, sino por Su carácter.

DESARROLLO DOCTRINAL

1. DIOS NO MIENTE: SU PALABRA ES VERDAD

La mentira es ajena a la naturaleza de Dios. Él es completamente puro, justo y verdadero. Lo que Él dice no necesita revisión, no depende de las circunstancias.

📖 “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17)

Cuando lees una promesa en la Biblia, no estás leyendo una posibilidad, estás leyendo una garantía respaldada por el carácter divino.

Dios cumple sus promesas porque Su palabra es tan firme como Su trono.

2. DIOS NO CAMBIA: SU VOLUNTAD ES PERFECTA

Dios no necesita cambiar de opinión porque Su voluntad es perfecta desde el principio. Él no se arrepiente como nosotros.

📖 “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8)

Las promesas que hizo hace siglos siguen vigentes hoy. Lo que prometió a Abraham, a Moisés, a David, lo sostiene contigo también.

Su fidelidad no se vence ni se modifica.

3. DIOS HACE LO QUE DICE

¿Él dijo, y no hará?

Este versículo es una pregunta retórica con una respuesta clara:

¡Sí lo hará!

Lo que Dios declara, Él ejecuta. Sus decretos no son teóricos; son acciones en proceso.

📖 “Así será mi palabra… no volverá a mí vacía” (Isaías 55:11)

Dios no solo tiene buenas intenciones, tiene poder para cumplirlas.

Dios cumple sus promesas no porque tú seas constante, sino porque Él es todopoderoso.

4. LAS PROMESAS DE DIOS SON PERSONALES

Dios no solo promete a la humanidad en general. Sus promesas tienen nombre y apellido: el tuyo. Él conoce tus necesidades, tus luchas, tus oraciones.

📖 “Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días…” (Mateo 28:20)

📖 “Clama a mí, y yo te responderé…” (Jeremías 33:3)

Cuando Dios promete paz, consuelo, provisión, no es en teoría. Es para ti.

Dios cumple sus promesas de forma personal, oportuna y exacta.

5. LAS PROMESAS DE DIOS SE CUMPLEN EN SU TIEMPO

Dios no es lento, es perfecto. Muchas veces creemos que se ha olvidado, pero Él está obrando en silencio. Su tiempo no es el nuestro, pero su cumplimiento es seguro.

📖 “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza” (2 Pedro 3:9)

Esperar no significa que Dios ha dicho que no.

Significa que su “sí” está en camino.

Dios cumple sus promesas incluso cuando todo parece lo contrario.

ILUSTRACIÓN

Imagina a un padre que le promete a su hija que le comprará una bicicleta. La niña espera, pero pasan días, semanas, incluso meses. Ella duda, pregunta, se inquieta. Pero lo que no sabe es que su papá está ahorrando, eligiendo el mejor modelo, preparándola para el momento perfecto.

Cuando finalmente llega el día, la niña no solo recibe la bicicleta, sino que entiende que su padre no mintió: solo estaba esperando el mejor momento.

Así obra Dios. Él no se retrasa. Él te está preparando para recibir.

CITA DE ELENA G. DE WHITE

“La fe que fortalece debe ejercitarse en medio de las dificultades. La paciencia ha de tener su obra perfecta, o jamás sabremos qué es la fe genuina. Todos tenemos promesas de Dios que nunca fallarán.”

– Elena G. de White, La Educación, p. 255

SEGUNDA CITA DE ELENA G. DE WHITE

“Dios nunca defrauda a quien en Él confía. Aquellos que esperan en sus promesas hallarán que Él es fiel.”

– Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 123

APLICACIÓN PERSONAL

Yo también he tenido momentos en los que dudé. Oré y no vi respuesta. Lloré y no sentí consuelo. Pero con el tiempo, Dios me mostró que sí estaba cumpliendo: estaba transformándome, guiándome, protegiéndome de cosas que no entendía en ese momento.

Hoy puedo decir con fe:

Dios cumple sus promesas. Y lo hace a Su manera, en Su tiempo, para mi bien.

LLAMADO

¿Estás esperando una promesa? ¿Dudando de lo que Dios dijo?

Hoy Dios te dice: “¿Acaso hablé y no lo cumpliré?”

¡Créele! No mires las circunstancias, mira Su carácter.

Dios cumple sus promesas porque no puede mentir.

Ven a Él con tu carga, tu espera, tu oración… y confía.

PREGUNTAS DE REFLEXIÓN

¿Estoy creyendo en las promesas de Dios o dudando de ellas? ¿He interpretado el silencio de Dios como un “no”? ¿Qué promesa necesito reclamar hoy con fe? ¿Estoy esperando en Su tiempo o exigiendo el mío? ¿Cómo puedo alentar a otros a confiar en que Dios cumple lo que promete?

FRASE DESTACADA

“Dios no promete en vano: cada palabra suya es una obra en marcha.”

ORACIÓN FINAL

Señor, gracias porque no eres como los hombres. Tú no mientes, no cambias, no fallas. Tus palabras son verdad y tus promesas seguras. Hoy descanso en lo que Tú has dicho. Aumenta mi fe. Enséñame a esperar. Y cuando dudes, recuérdame que Tú siempre cumples. En el nombre de Jesús, amén.