📖 Apocalipsis 5:9
“Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación.”
🕰️ Contexto profético y bíblico
Apocalipsis 5 describe una escena celestial. Juan contempla un libro sellado que nadie puede abrir… hasta que aparece el Cordero inmolado. Esta escena es posterior a la resurrección de Cristo y representa la entronización celestial de Jesús como nuestro Salvador y Rey.
Este versículo revela el corazón del evangelio eterno: fuimos redimidos por la sangre de Cristo, y ahora hay un pueblo de redimidos de todas las naciones cantando un nuevo cántico de victoria.
🟡 Introducción
¿Qué puede unir a personas de distintas razas, culturas y lenguas en una misma canción? Solo una cosa: la redención en Cristo. En este versículo vemos que el cielo no calla la cruz, la canta. Y la canta con gozo, porque la sangre del Cordero nos alcanzó a todos.
📚 Desarrollo doctrinal
1. Cristo fue inmolado: Su muerte fue voluntaria y sustitutoria
Jesús no fue asesinado por accidente; fue inmolado como un Cordero en nuestro lugar. Su sacrificio fue la base de toda redención.
“Como cordero fue llevado al matadero…” (Isaías 53:7)
2. Su sangre es el precio de nuestra redención
No hay redención sin sangre. Esta sangre no fue de un animal, ni de un profeta, sino del Hijo de Dios.
“En quien tenemos redención por su sangre…” (Efesios 1:7)
3. La redención es universal en alcance, pero personal en aplicación
Cristo redimió a personas “de todo linaje, lengua, pueblo y nación”. No importa tu historia: si vienes a Cristo, eres parte de Su pueblo.
4. El cántico nuevo es fruto de una experiencia real
Solo quien ha sido redimido puede cantar este cántico. No es teoría, es gratitud transformada en alabanza.
“Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios…” (Salmo 40:3)
5. La redención nos prepara para la misión final
Dios nos redime no solo para salvarnos, sino para enviarnos como testigos. El remanente redimido tiene un mensaje: el evangelio eterno.
“Vi otro ángel volar por el medio del cielo, que tenía el evangelio eterno…” (Apocalipsis 14:6)
🌱 Ilustración
Un hombre visitó una galería de arte y vio un cuadro titulado “El Rescate”. En él, un pastor bajaba por un precipicio para salvar una oveja perdida. Pero no era un cuadro común: la sangre cubría al pastor. Alguien le preguntó al pintor: “¿Por qué tanta sangre?” Y él respondió: “Porque rescatar a los perdidos cuesta… y Cristo pagó el precio”.
Así es la redención: no es limpia ni fácil, pero es hermosa porque nos trajo de vuelta al Padre.
📖 Cita de Elena G. de White
“El Cordero que fue inmolado está delante del trono de Dios como nuestro Redentor… El cielo entero entona cánticos de alabanza por la victoria de Cristo.”
(El Conflicto de los Siglos, p. 662)
❤️ Aplicación personal
Hoy entiendo que mi salvación no fue un regalo barato. Fui comprada con sangre, la sangre de Cristo. No pertenezco al mundo, no pertenezco al pasado, pertenezco al Cordero. Esa identidad me impulsa a vivir en adoración, a cantar con mi vida y a ser parte del pueblo que anuncia su redención.
📣 Llamado
Hermano, hermana: ¿has sido redimido? ¿O solo has oído hablar de Jesús? Hoy puedes unirte al cántico celestial. No es necesario esperar al cielo; la adoración comienza cuando reconoces que fuiste comprado con sangre.
🎯 Reto devocional
Haz un listado de todas las cosas de las que Cristo te ha rescatado. Luego, en oración, da gracias por cada una de ellas. Al final, canta un himno o canción que hable del poder de la sangre de Cristo.
❓ Preguntas de reflexión
- ¿Qué significa para ti cantar “un cántico nuevo”?
- ¿Qué te impide vivir como una persona redimida?
- ¿Cómo puedes ser parte del pueblo que anuncia la redención a otros?
✨ Frase destacada evangelística
“El cielo canta porque tú fuiste redimido. No calles más: vive y proclama el cántico del Cordero.”
🙏 Oración final
Señor Jesús, gracias por redimirme con tu sangre. No soy digno, pero tú me hiciste tuyo. Ayúdame a cantar con mi vida ese cántico nuevo que nace del perdón, del amor y de la gracia. Hazme parte de tu pueblo, y úsame para llamar a otros a adorarte. En tu nombre, amén.